Guardianes de la Galaxia vol. 3 es un final perfecto para nuestro equipo de inadaptados favorito. Marvel retoma lo que lo hacía genial antes de empezar a decaer, pues en esta entrega se salen de la fórmula que ha caracterizado sus películas últimamente, dejando de lado su conexión con el universo cinematográfico y centrándose en hacer una película buena. Esta cinta no busca emocionarte por las próximas películas que va a ver, sino emocionarte por todo lo que ves en esta misma película.
El desarrollo que se le da a los personajes es fenomenal, haciendo introspección a cada uno, lo que los motiva y lo que los hunde. Sobre todo el personaje de Rocket, quien se roba la película y es por él que los Guardianes emprenden su última aventura.
Ésta última parte de los Guardianes tiene todo lo que caracteriza a la saga, acción desenfrenada, excelentes efectos especiales, soundtrack excepcional, comedia atinada y una aventura inolvidable. La película no pudo haber sido dirigida por otra persona, James Gunn es el único con la visión apropiada de esta familia galáctica, pues tiene un amor gigantesco por los personajes y su historia, y una particular forma de contar sus historias, llenas de autocrítica, sarcasmo y mundos extraños.
Es el final perfecto de la saga, demostrándonos que no se necesitan conectar a otras películas para ser grande, sino por el contrario, que una buena película es mucho mejor que decenas de películas y series hechas solo para ser un comercial de la siguiente película.
Richi Ramirez